A veces no
estás
y me siento junto al tiempo incierto
que me promete tu abrazo
y me abraza con sombras gastadas
entre sábanas sin sueños y caricias encanecidas
Atrapada por palabras escondidas detrás de la prisa
entre promesas de piedra que levantan
muros de impaciencia, y apegada al reflejo de tu ausencia
en cristales empañados de nostalgia
Obstinada ola que se rompe
y vuelve a su punto de partida
para regresarse de nuevo
en caricia caduca y deseo perenne
A veces
vienes y me creces
respirando besos y expirando nadas
con tu espacio que acapara la voluntad de mi cuerpo
y detiene las razones que me separan de tu ganas
Sólo dejo de soñarte cuando despierto contigo
y no hay promesa sino certeza de tu aliento
persiguiendo el rastro del mío, respirándome
buscándonos el pulso en cada esquina de la piel
Entre dedos que ordenan placeres y desordenan el sentido
desnudos los cuerpos y vestida la cama de latidos
ya sólo espero encontrarme vagándote
Porque hoy y otra vez para mañana
Me he detenido en tu espera
para continuarme tuya
en cada día que termina
donde tu adiós empieza
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